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Hola, soy Alelú y soy la creadora de Piba Pósters. 

Desde muy niña el arte fue la manera que encontré para expresar todo lo que me pasaba, todo lo que me dolía y todo lo que me hacía feliz. Empecé a interesarme por la música y el dibujo a mis 8 años. Sacaba obras de Mozart y Beethoven de oído, aprendí a solfear y a leer partituras sola, buscaba copiar obras de mis artistas del Renaciemiento favoritos como Boticelli o Rafael, me refugiaba detrás de un pianito minúsculo de juguete y una lata de lápices Staedtler. Mi infancia había sido quebrada años atrás y andaba de acá para allá con un vacío enorme en  el alma... Era una niña profundamente triste que buscaba constantemente llenarse de música y colores porque, desde ese entonces, estaba dispuesta a ser mi propia heroína.

Con los años esa busqueda siempre estuvo presente. Mientras estudiaba en la universidad fui al Conservatorio de Música varios años. Estudié algo de canto y piano, bailé en un Ballet folklórico, toqué instrumentos andinos en bandas, pinté en tela y embellecí cada hogar que habité, cree jardines para rodearme de flores, escribí poesía...   

Después de convertirme en mamá, fui abandonando de a poco todas esas expresiones tan necesarias para mi. Y me encontré en la mitad de mi vida en plena crisis existencial. Con todo lo que había construido hasta entonces, patas para arriba… Y sin saber como sacar todo ese dolor de adentro para poder seguir adelante... ¡Qué gran decisión fue hacer terapia!

La necesidad de crecer, de madurar, de abrazar mi niña interior y rescatarla de una vez por todas me fueron llevando por lugares inesperados.

En pandemia volví a dibujar después de 20 años. Y pude comprarme los lápices de colores más perfectos del universo. Volví a bailar, pero esta vez jugando con mi hija. Empecé a entrenar y a tomar conciencia de que mi cuerpo es un templo y aunque haya sido territorio de guerra, me pertenece. Volví a escuchar música que hacía muchos años no escuchaba. Por primera vez, empecé a priorizarme, a tratarme con respeto, a cuidarme, a quererme... Me propuse escuchar bandas y canciones que tenía canceladas por distintos motivos que me hacían retorcer el corazón. Decidí que ahora sí, era tiempo de sanar de verdad.

La música y la poesía siempre me conmovieron. Y cuando algo me conmueve me gusta compartirlo. Y así surgieron los primeros pósters. Música, mensaje y color. Todo lo que hacía y hace que mi alma sonría. Pero cuando los compartí en mis redes no habia personas conmovidas como yo. Y ahí decidí subirlos a una cuenta que tenia en Instagram con 50 y pico de seguidores y algunas ilustraciones a colores.

-“Ojalá alguien que necesite leer algo así los vea y le haga bien.”

Y lo que pasó después fue una locura que no deja de sorprenderme cada día y de generarme una inmensa gratitud.

En menos de un año se creó una comunidad de 110.000 personas. Lo que empezó siendo para mí, parte de mi proceso de crecimiento, una especie de ejercicio terapéutico, casi lúdico, se transformó en una comunidad hermosa, enorme, llena de personas que tienen mucho amor para dar y que nos lo hacen saber diariamente. Y eso es jodidamente bello.

Piba Pósters se transformó en muy poco tiempo en un emprendimiento familiar, que sostenemos con muuucho esfuerzo, dedicación y compromiso, con mi compa de vida (Jose) y también nuestra niña que nos hace la segunda (Fio, que le gusta que le diga The Real Pibita). Nuestro living es un pequeño taller y nuestros corazones explotan de agradecimiento.  

Amamos lo que hacemos. Amamos crear para ustedes. Amamos lo que se genera día a día. Amamos ser parte de algo distinto, original y sobre todo, lleno de amor del bueno.

Piba Pósters es una expresión diversa, un grito y un susurro calmo. Es defender la ternura, el amor, la empatía, la alegría, los vínculos sanos. Es la escucha conciente, atenta, presente. Es la palabra justa, el mensaje necesario, el abrazo y la contención. Es también buscar lo mejor de nosotrxs, ayudarnos a crecer, a madurar, a pensarnos de manera individual y colectiva. Es aprender a ser pacientes con nosotros y lxs otrxs, a mirar la vida con ojos gentiles, a pesar del dolor... a pesar de las injusticias. Es no perder la esperanza de vivir con la plenitud que anhelamos. Es decir de frente, con convicción e ideales claros. Con ética y asertividad.

Somos arte que fluye y que transforma.  


Piba Pósters somos nosotrxs y Uds, una verdadera retroalimentación positiva. Es el camino que tiene corazón. 

Gracias por apoyarnos del otro lado.

Nos abrazo inmenso, siempre.